Ha llegado el momento de exprimir al máximo todos los cosméticos al alcance y explorar la creatividad porque este año no habrá reglas para el maquillaje, bueno, a lo mejor sí, que sea cómodo y resista mucho tiempo. Las principales pasarelas de la moda nos anunciaban que los maquillajes dorados serán la mejor forma de dar calidez a nuestro rostro: sombras doradas, iluminadores gold, aplicaciones metálicas... Sin embargo, el brillo también puede lograrse con una buena sombra de ojos. Este 2021, el truco será hacer que las sombras se fundan con la piel para conseguir un efecto más natural, sin perder de vista su principal finalidad: iluminar. Sombras en cremosas de acabado wet, glitter tradicional, sombras irisadas... ¿Comenzamos?
Superado el momento piel jugosa, aceites hidratantes o iluminador como varita mágica, hoy nos atrevemos a decirle: “Eh, ¿cómo va eso?” a la purpurina. O bueno, llámalo glitter si no eres de la vieja escuela. El brillo, que no los brillos por todo el rostro, siempre ha sido un gran aliado de la belleza. La luz aporta naturalidad, un aspecto de tono homogéneo y resta años, así que nos gusta, pero atreverse a probar una sombra con purpurina o un delineador glitter puede que esté en tu límite de los riesgos cosméticos... Hasta hoy.
Las sombras satinadas aportan luz a la mirada ayudando por un lado a generar la sensación de que el ojo está más abierto y descansado, y por el otro incluso puede ayudar a levantarlo. Magia.
Pero para conseguir que una sombra glitter se funda perfectamente con el resto de nuestro maquillaje y no nos dé el aspecto de acabar de salir de una tienda de disfraces de Disneyland París, la preparación y las herramientas son la clave.
1. Los primers son amigos
Elegir una prebase especialmente indicada para la fijación de una sombra con purpurina o de pigmentos ayuda a que esta no se caiga, dure más y su color se vea intensificado. Uno de los mayores -y más habituales errores- es el de aplicar directamente la sombra de ojos satinada sobre el párpado. A los pocos minutos de haberla aplicado, o incluso mientras lo hagas, se caerá sobre la zona de la ojera. ¡Fiesta! Ese lugar en el que nos encanta tener brillos y que todo el mundo nos mire.
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Margarita Velasco
No tienes por qué elegir una prebase que tenga color. Prima su adherencia pero no descuides que mantenga el párpado hidratado porque las sombras glitter y la purpurina tienden a resecar la piel. Otro punto a favor de los primers es que facilitan el momento de desmaquillarse, ayudando a que todas las pequeñas partículas brillantes se vayan en una pasada.
Prebase de sombras Eyeshadow Primer Potion 'Original' de Urban Decay, 29,99€ en Sephora. Las prebases más populares y premiadas del mercado también tienen una versión especialmente recomendada para las sombras glitter. Se trata de esta prebase sin color y con especial adherencia de los pigmentos brillantes que potencia el color de las sombras. Ilumina y no aporta color.
Shadow Insurance Glitter Glue de Too Faced, 22,99€ en Sephora. Está especialmente desarrollado para que la purpurina no se caiga del párpado. Funciona exactamente igual que una prebase de sombras tradicional y ayuda a que el maquillaje dure horas y horas en perfecto estado.
2. Fórmulas salvavidas
Seamos sinceras, cuando nos decantamos por el maquillaje glitter, no suele ser porque nos hayamos levantado con espíritu de burbuja de Freixenet. La culpa más bien la puede tener una alfombra roja, un desfile de moda o el bombardeo en Instagram, TikTok o Pinterest.
Teniendo en cuenta el maquillaje que hayamos idolatrado, toca elegir el brillante cosmético con el que realizarlo. Si te has decantado por un delineado glitter, tienes dos opciones, un eyeliner tipo rotulador o uno tipo pincel. Aquí depende tu maestría con el trazo de cat eye. Si has optado por un eyeliner tradicional, recuerda que con una pasada no conseguirás el resultado ultrapigmentado que has soñado, así que repite la jugada varias veces y ve siendo más precisa conforme apliques las capas para conseguir un resultado más limpio. Importante, no dejes que pase mucho tiempo entre capa y capa o con la siguiente pasada te llevarás las anteriores.
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Margarita Velasco
Si eres toda una maestra del delineado, los cosméticos en pincel como el Delineador Líquido de metálico a purpurina de Guerlain, 23,95 en Douglas, serán tu mejor aliado porque depositan la cantidad exacta de color en el lugar en el que precises.
Una de las mejores formas de comenzar a relacionarse con el concepto ‘glitter’ sin caer en los maquillajes carnavaleros son los delineadores de fantasía. Traza una línea lo más fina posible y mantente siempre cerca de la línea de las pestañas. Al llegar al momento del rabillo, puedes ayudarte de un lápiz de ojos más claro a modo de tutor o pintar primero pequeños puntos que luego unir con el delineador. Los Eyeliner Glitter Vice Specials Effects de Urban Decay, 22,99€ en Sephora, son una buena forma de inciarse en este campo.
El secreto de la intensidad de la Sombra de Ojos Cromo, en el color Park Ave Princess, de Tarte, ahora 16,09€ en Sephora, es su fórmula. Se trata de sombras nacaradas que a simple vista parecen purpurina prensada pero que, al contacto con la piel, se funden, logrando un acabado metálico homogéneo. El mejor resultado se logra si se aplican con los propios dedos.
Las Chroma Crystal Top Coat de Natasha Denona, 27,99€ en Sephora, ejercen de sombras multifunción que pueden aplicarse directamente sobre el párpado o a modo de top coat para aportar brillo a cualquier sombra de ojos previa.
Sombra fluida Dazzleshadow Liquid, en el color Not Affraid to Sparkle, de MAC, 24€ en MAC. Para regular la intensidad del brillo, tan solo hay que aplicar capa tras capa hasta conseguir el acabado compacto o sutil que se desee. Con una sola capa, el párpado queda jugoso, wet, pudiéndose colar perfectamente en un maquillaje de diario o para una noche especial.
Sparkle Eye Shadow en el color Ballet Pink de Bobbi Brown, 35€ en Bobbi Brown. Y llegamos al momento más luminoso de la velada. Gracias a las perlas planas que lo componen, refleja la luz e ilumina sin dejar un acabado artificial. Además de ser superligera, aguanta varias horas sin caerse ni moverse.
3. La vida en luces y sombras
A la hora de elegir las sombras de ojo glitter, existen varias opciones. Las sombras prensadas, tanto en polvo como en formato crema, los pigmentos sueltos, las sombras líquidas o las sombras tradicionales.
Las sombras de ojos líquidas o los pigmentos permiten una mayor intensidad en una sola pasada, pero se deben trabajar de una forma rápida y precisa ya que pueden secarse muy rápido o caerse en el camino.
Para comenzar una relación sentimental con el glitter, lo mejor es hacerlo con las sombras en crema. Su intensidad no es la más alta pero se pueden rectificar con facilidad, y si se quiere un color más vibrante, solo hay que aplicar una capa más con las propias yema de los dedos. Las sombras tradicionales también permiten el retoque y se pueden aplicar con los dedos o con un pincel, así que la última palabra la tienes tú.
4. Zonas enamoradas del glitter
Además de aplicar purpurina a modo de delineado o de sombra de ojos, también se pueden aplicar pigmentos brillantes, incluso purpurina tradicional en el rostro, aunque puede que no se trate de maquillajes para el día a día.
Encima del pómulo, casi a modo de escarcha, el plus de luminosidad que se le suma a la piel es casi adictivo. Puedes incluso jugar con partículas más grandes para crear un look fantasía o incluso incrustaciones brillantes como Blanca Suárez.
Continuando con esta zona del rostro, ya que estás, puedes seguir el trazo de la C y llegar hasta el arco de la ceja o las sienes, pero cuidado con la cantidad del maquillaje. Si optas por convertirte en la Bruja Blanca de 'Las crónicas de Narnia', que el resto del maquillaje sea muy natural. Por supuesto, el lagrimal es una de esas zonas agradecidas en lo que al glitter se refiere ya que una sombra brillante puede llenar de luz la mirada con un pequeño toque.
Pero si estás buscando un look llamativo y brillante a la par que sensual, la purpurina también se puede colar en otra zona de tu cuerpo y, no, no nos referimos a iluminar las clavículas o las piernas a lo Kim Kardashian. Los labios son desde hace algunos años un nuevo lienzo glitter. Algunas prebases de sombras sirven también para los labios, haciendo que solo sea necesario aplicar purpurina o pigmento con los dedos y con pequeños toquecitos. También existen labiales cargados de glitter para simplificarnos la vida.
El brillo parece haberse democratizado así que podemos decir que "ha llegado el momento de brillar". Ya no hace falta gastar kilos de glitter ni esperar a festividades o disfraces. Es el año del glow… ¿Te apuntas?